Implementando nuevos hábitos

Implementando nuevos hábitos

Cuantas veces te has propuesto despertar más temprano, comenzar una nueva dieta o hacer ejercicio todos los días?

Sin duda implementar nuevos hábitos es difícil, sobre todo cuando no sabes cómo hacerlo correctamente, bueno de eso se trata este post, definiremos la forma adecuada de convertir tus propósitos en acciones y resultados concretos.

Primero debemos entender que son y para qué sirven, el hábito es el resultado de una acción que repites frecuentemente de forma inconsciente, nuestro cerebro convierte casi cualquier rutina en un hábito para ahorrar trabajo, deja de concentrarse en tareas básicas como caminar, correr o comer para dedicar esa energía en labores más importantes como inventar lanzas, aplicaciones, video juegos, etc.

El hábito está conformado por tres sencillos pasos:

  1. El primer paso involucra una señal (ejemplo, Cuando vemos el anuncio publicitario de un alimento justo en la hora en que habituamos almorzar). Nuestro cerebro le indica al cuerpo que es hora de comer y se pone en modo automático.
  2. El segundo paso es una rutina (ejemplo, Cuando salimos del trabajo y nos dirigimos al restaurante donde acostumbramos comer siempre o nos dirigimos hacia nuestro hogar, incluso llegamos sin percatarnos del recorrido).
  3. El tercer paso es un premio (ejemplo, la ingestión del alimento) que le permite al cerebro determinar si vale la pena guardar este ciclo para el futuro.
  4. Con el tiempo este ciclo (señal, rutina, premio) se hacen más automáticos hasta que se convierte en un hábito.

 

 

Los hábitos son muy poderosos, pueden surgir sin que lo sepamos y  sin nuestro consentimiento. Además, influyen en nuestras vidas mucho más de lo que creemos. De hecho, son tan poderosos que nuestro cerebro los prefiere a veces antes que al sentido común.

Vamos al punto, como crear nuevos hábitos

La forma correcta de cambiar un hábito, es mantener la señal y la misma recompensa, pero cambiar la rutina, por ejemplo si quieres incluir ejercicios en la mañana:

Todos los días en la mañana suena el despertador, lo apagas y das una vuelta más en la cama, esperas que sea más tarde y finalmente te levantas para preparar tu desayuno.

Señal: el sonido del despertador

Rutina: Apagar el despertador y seguir en la cama hasta que sea necesario levantarse.

Premio: Desayuno

Implementando un nuevo hábito: 

Señal: El sonido del despertador

Nueva rutina: Te paras inmediatamente de la cama, te alejas de ella para evitar caer nuevamente en la trampa, mueves tus brazos enérgicamente y haces 4 series de 10 flexiones de pecho y 30 abdominales.

Premio: Desayuno, con un delicioso café, chocolate o la bebida que más te guste.

Ahora inténtalo, recuerda que la clave está en la palabra “hasta” así que prueba una y otra vez hasta que lo hayas conseguido.

Basado en el libro: El poder de los hábitos de Charles Duhigg

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